En nuestros talleres, pasamos bastante tiempo hablando de valores. Los valores son creencias personales profundamente arraigadas que gobiernan el comportamiento de las personas. Los valores de una persona determinan cómo responden a ciertas situaciones,  qué causas apoyan y cómo interactúan con otras personas. En Estados Unidos, cuando hablamos de valores, la conversación a menudo se centra en los "valores tradicionales" o se plantea cuando se habla de aborto y matrimonio. Si bien estos temas están estrechamente relacionados con los valores, hay muchas más formas de aplicarlos en nuestra vida cotidiana.
 
Cuando hablamos de valores en el contexto de educación para padres, hablamos de las creencias que un individuo o una familia tienen sobre cómo su hijo debe responder o interactuar en cualquier situación que se presente. Por ejemplo, muchas familias tienen valores sobre el uso de teléfonos celulares o el tiempo que sus hijos pasan frente a la pantalla. No hay una respuesta correcta: cada familia tiene sus propios valores. Quizás haya acceso ilimitado a teléfonos durante todo el día; tal vez un niño necesita ganar el tiempo que puede estar en el  teléfono; quizás el teléfono esté disponible sólo bajo ciertas circunstancias o en ciertos momentos del día. 
 
Cuando hablamos de los padres como los principales educadores de la sexualidad de sus hijos, nos apoyamos mucho en los valores. Solo los padres mismos pueden enseñar los valores de su familia a sus hijos. Aunque un niño puede aprender qué tipos de teléfonos hay, cómo funcionan y dónde obtenerlos de amigos o de Internet, solo los padres pueden brindar orientación y contexto en torno a sus expectativas. Lo mismo es cierto cuando se trata de sexo y sexualidad.
 
Al responder preguntas sobre el cuerpo, relaciones o sexo, las personas a veces se confunden sobre la diferencia entre hechos y valores. Un hecho es una información sobre un tema que es verdadero y no se puede debatir. Un valor, por otro lado, es lo que alguien cree sobre ese tema y cómo encaja en su vida. Otra forma de decirlo sería: el valor es el "por qué" detrás del "¿qué?" A veces, un valor puede ser útil cuando llena la parte del "sentimiento" en el guion. Sólo usted puede compartir esta información personal e importante con su hijo.
 
Por ejemplo, si un niño pregunta: "¿Cuántos años debería tener alguien para tener relaciones sexuales por primera vez?", Un hecho podría ser: "Las personas tienen relaciones sexuales por primera vez a diferentes edades". No necesita tener los datos reales, pero este es un hecho sobre el tema. Un valor, por otro lado, es lo que usted cree sobre el tema: "Creo que, antes de tener relaciones sexuales por primera vez, una persona debe __________". Inclusive aquí en el Boletín para padres, no podemos decirle qué poner en el espacio en blanco, ¡eso es para que usted lo complete con sus propios valores! Algunos ejemplos pueden incluir mencionar algo sobre cierta edad, relaciones, estado civilo incluso consideraciones de salud. Esta es la parte que depende de usted como el principal educador de sexualidad de su hijo.
 
Usted puede usar nuestro guion para responder preguntas de diferentes edades y sobre diferentes temas, y ver qué genera el guion, tanto para hechos como para valores. Recuerde, puede cambiar todas las partes del guion para que se sienta auténtico y preciso para usted y su familia.
 
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